sábado, 13 de septiembre de 2008

casi a mediados de Ramadan...

assalamu aleikum
Ya casi estamos a medidados de Ramadán. La luna se ve casi llena, brillante y la noche refresca y es húmeda, llena de estrellas. Un sentimiendo de pena se funde con otro de alivio al ir viendo como vamos siendo capaces de superar, con el permiso de Allah, un día tras otro.
Como cada noche, salimos en dirección a la mezquita, atravesando las calles alfombra en mano, apresurando el paso para no llegar tarde. Hoy ocurrió un detalle muy curioso en la mezquita, (al menos así me lo pareció) yo me sentía agotada y con un dolor de huesos como cuando uno tiene gripe y casi no puede moverse; pero es que mi amiga zamara que estaba a mi lado y es bastante jovencita (25) tambien se quejaba de lo mismo...un dolor sordo de espalda y riñones...
Cuando terminamos el Tarawih, todas solemos levantarnos a una, recogiendo las alfombras de oración, y apresuradamente nos despedimos en la puerta, donde esposos, hijos, etc, nos esperan para regresar a casa...Sin embargo hoy nos quedamos todas sentadas, como un acuerdo tácito, nadie decía nada...pero nadie se movía. Como yo había entrado un pelín tarde pensé: quizás han dicho que hay un ikram (alguien trajo algo para compartir) y por eso están esperando...pero no...Sin más, en un momento dado, empezamos a levantarnos todas al unísono.
Ya he comentado que ese sentimiento mudo de hermanad entre las mujeres en las noches de Ramadán es algo único y maravilloso...Es hermoso que mujeres que ni siquiera nos conocemos nos sonríamos, nos abracemos, nos alentemos. A veces vienen niños y niñas, y por supuesto, aprovechan el momento del salat, en el que saben que podrán actuar impunemente, para entrar y salir, para corretear y jugar entre las filas. Algunas mujeres, sobre todo las más mayores, se incomodan, pero el alborozo de los críos es una nota más, un trazo más en el retrato de estas noches, cuyo recuerdo nos acompañará por el resto del año, hasta que, antes de que nos demos cuenta, un nuevo mes de Ramadán nos sorprenda, con el permiso de Allah.

2 comentarios:

Leyla dijo...

¡Qué bonito! Masha Allah! Un relato muy bonito.

zaynab almisbah dijo...

assalamu aleikum, leyla
Yazakillahu khairan, cuánto alienta saber que estáis ahí, y poder interactuar
;-)