lunes, 8 de septiembre de 2008

Khutba Ramadán

Alabado sea Allah (swt) Quien nos guió [agraciándonos con la fe] y no hubiéramos podido encaminarnos de no haber sido por Él. Atestiguo que no hay otra divinidad excepto Allah, Único, sin asociados. Atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero. ¡Allah! Bendice a Muhammad, su familia, sus compañeros y todos los que sigan su guía hasta el Día del Juicio Final.

Primera Jutbah:

Cuando se aproximaba el mes de Ramadán el Mensajero de Allah (sws) salía en busca de sus compañeros para recordarles que es un mes colmado de bendición y misericordia, y les decía: “Os ha llegado Ramadán, un mes bendito que Allah ha prescrito ayunar. Durante el mismo las puertas del Paraíso son abiertas, las puertas del Infierno son cerradas y los demonios son encadenados. Y en él hay una noche cuya recompensa por adorar a Allah en ella es mejor que la de mil meses de adoración”.

¡Hermanos! Reflexionad en estas palabras proféticas y no dejéis que este mes generoso y lleno de bendiciones se os presente sin que aprovechéis sus gracias, pensando que ésta es una oportunidad que se repite todos los años; no dejéis pasar su misericordia y benevolencia.

Los musulmanes de las primeras generaciones esperaban ansiosos la llegada de este mes para dedicarse más a la adoración y a los actos de obediencia. Se registró que solían invocar a Allah diciendo: “¡Allah! Permítenos alcanzar el mes de Ramadán y poder ayunarlo correctamente para que así lo aceptes de nosotros”.

¡Siervos de Allah! Ramadán es una de las épocas que Allah ha establecido para incrementar los actos de obediencia. En este mes desciende la misericordia divina, abundan las gracias y las recompensas por las buenas obras son multiplicadas enormemente.

Allah se comprometió a recompensar el ayuno de Ramadán, tal como se registra en el Hadiz Qudsi conocido: “Todos los actos que realice el ser humano son para él y su recompensa será multiplicada diez veces, excepto el ayuno que es para Mí y Yo me reservo la inmensa recompensa con la que lo retribuiré”. ¿Podéis imaginaros, entonces, cuán grandiosa es la recompensa que Allah tiene reservado para los ayunantes?

Ramadán es una oportunidad para aumentar el grado de espiritualidad y ser alcanzado por la misericordia divina.

¡Hermanos en el Islam! Reflexionad en los siguientes Hadices del Profeta Muhammad (sws):

1 – “A quien ayune Ramadán con fe y esperanza se le perdonarán sus pecados”.

2 – “A quien rece las noches de Ramadán con fe y esperanza se le perdonarán sus pecados”.

3 – “A quien pase la Noche del Decreto adorando a Allah se le perdonarán sus pecados”.

4 – “Cada noche de Ramadán Allah libera del fuego del Infierno a un grupo de personas”.

Y recordad también que los ruegos que el ayunante hace al romper el ayuno son respondidos; que no se os pierda esta bendición también.

Es por la grandeza de este mes que Allah decretó que el último y más importante de Sus libros, el Sagrado Corán, fuera revelado en él.

Allah (swt) dice en el Sagrado Corán: “En el mes de Ramadân fue revelado el Corán como guía para la humanidad y evidencia de la guía y el criterio. (2:185)

¡Hermanos! Esforzaos por alcanzar el objetivo esencial del ayuno que es la piedad, tal como dice Allah (swt) en el Sagrado Corán: ¡Oh, creyentes! Se os prescribió el ayuno al igual que a quienes os precedieron para que alcancéis la piedad. (2:183)

Que Allah nos bendiga con el Grandioso Corán y nos guíe para que Le temamos como Se merece. Y pido a Allah que perdones nuestros pecados, pues Él es Absolvedor, Misericordioso.

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