miércoles, 10 de septiembre de 2008

el nafs


Reflexionando hoy, me digo a mi misma que la verdadera dificultad del ayuno este mes de Ramadan no se encuentra en no-comer, y no-beber por un número de horas desde la llamada a la oración del Sobh, hasta la del Maghreb, cuya extensión horaria depende del punto del planeta en el que nos encontremos- pues mientras en esta parte, el sur de Europa, los días son largos como corresponde al final de la estación de verano, aunque nos cueste imaginarlo, en estos momentos hay hermanos ayunando en cortas y frías jornadas, quizás deseando tomar una infusión, una sopa calentita, tanto como nosotros podemos soñar con un sorbo de agua fresca...Pero no, no creo que sea esa la mayor dificultad. El cuerpo protesta pero obedece, esa es la verdad. No le damos de comer y el ayuna. Sin más.Sin embargo poner en ayunas a nuestro "nafs" es algo más complicado...

Impedirle que se enoje, que se comporte de forma indebida, que no diga lo que no debe, que obligue a los ojos a mirar en una determinada dirección, o a nuestros oídos a escuchar determinadas cosas...eso ya es un ejercicio de otro nivel mucho más complejo.Hacer ayunar al nafs es el verdadero trabajo durante el Ramadán, siempre que uno quiera extraer todas las bondades y bendiciones que este mes encierra. Todos sabéis cómo es la mente...hacerla pararse, concentrarse, simplemente en el dhikr (recuerdo de Allah) a veces parece tarea imposible...

Sin embargo, si todo ese ruido de "ahí arriba" se queda ahí...no pasa nada, la cosa se complica cuando el nafs toma parte y traslada pensamientos al cuerpo llevándolo a acometerlos. Ahí si que la fastidiamos, porque nuestras obras serán juzgadas por nuestras intenciones, y solo una vez que los pensamientos se materialicen en palabras o en hechos.

Para salir airosos necesitamos ayuda...y
Todo el poder viene de Allah, toda la ayuda viene de Allah
yáka na'abudu wa yáka nasta'in...solo a Ti invocamos, solo de Ti esperamos la ayuda

(sura Al Fatiha, versículo 4)

Allahumma a'ina 'ala dikrika wa shukrika wa husni a'ibadatik

Allahumma ayúdanos a recordarTe, a agradecerTe y a ofrecerTe la mejor de las adoraciones

Amin

3 comentarios:

Leyla dijo...

Amin!!

Ana M. Adserías dijo...

Amín hermana... sí, ahí está el verdadero ejercicio del Ramadán... en el nafs.

Yolanda dijo...

Qué bonita esta reflexión. Y qué cierta. LA gente que nos rodea, piensa que Ramadán es sólo ayunar físicamente pero no imaginan que lo más difícil es mantenerse alerta y consciente de toooodo lo demás. Gracias Zay